Mis aventuras accesibles en Barcelona 22/02/2016
A principios de diciembre, yo estaba en la bella ciudad de Barcelona. Era el 4 de diciembre, para ser precisos, el Día Internacional de las Naciones Unidas para las Personas con Discapacidad. Estaba de visita como ponente en una conferencia sobre turismo accesible.
La conferencia fue un gran éxito. La gente venía de hoteles, transportes y atracciones turísticas para aprender sobre cómo vender sus servicios a las personas con discapacidad. Compartí mis experiencias de viajar por el mundo en una silla de ruedas. Todo el mundo parecía feliz del día y dispuesto a poner en práctica sus ideas.
Mi prometida y yo decidimos permanecer más tiempo en Barcelona y disfrutar un poco del increïble turismo catalán. Visitamos el increíble Museu de la Ciència Cosmocaixa. Fue muy divertido y totalmente accesible para mí. También disfrutamos de largos paseos por la playa, así como de comida y bebida deliciosas.
Después de un encuentro casual con Javier, de Barcelona Special Traveller, nos invitó a probar el esquí adaptado. El taxi nos recogió en nuestro brillante alojamiento en el MIC Sant Jordi y nos condujo a las montañas de La Molina. A sólo dos horas en coche.
Llegué un poco nervioso, pero sobre todo excitado. Me hicieron una pequeña introducción, y acto seguido me puse la ropa de protección y me coloqué en la silla de esquí. Después de un poco de ayuda para encontrar una posición cómoda y segura, ¡fui hacia las pistas!
¡Fue muy interesante! Nunca había ido tan rápido sin motor. Mi instructor de Train and Play me guió a mí, y a mi adrenalina, todo el camino desde lo alto de la montaña y hacia abajo de nuevo. Me divertí muchísimo, y recomendaría esta actividad a todo el mundo.
- Por Martyn Sibley -